Fuera de la oficina

Estos días estoy en un proyecto fuera de la oficina, en otra empresa. Hasta ahora solo había salido una vez (durante la segunda semana creo) para configurar una herramienta en otra empresa. Aquella vez fui en taxi porque era una emergencia. Esto ya es distinto. Aquí estaré viniendo diariamente durante unas semanas.

Imaginaos un sitio que esté lejos de vuestra casa para trabajar. Pues cuando lo tengáis en la cabeza, el sitio donde voy está una parada más allá. Está tan lejos tan lejos, que supuestamente me van a pagar las dietas (comidas y transporte). Y digo supuestamente, porque como soy becario el proceso es un poco más complicado de lo normal. Por si acaso, de momento estoy en proceso de cebamiento. El jueves cayó fabada y codillo asado en un restaurante, el miércoles rollito de primavera, arroz y pollo al limón en un chino, y el martes tallarines y entrecot en otro restaurante. Este ritmo no puede seguir así jeje.

Aunque bueno, que nadie se piense que estoy en otro continente o algo. Solo estoy en Alcobendas, pero todo lo que no sea zona A del abono transporte y que quede a 1 hora y media de viaje está, como mínimo, muy lejos.

Para lo único que me está valiendo esto es para avanzar a todo tren (y metro JÁ) con la lectura. Acabo de terminar con el último libro, y ya tengo las siguientes víctimas en mis manos. Menos mal, porque si estos viajes duran mucho más, los necesito para amenizar esos trayectos que empiezan a las 7.

En cuanto al curro, aquí trabajo con mi compañero-jefe haciendo un proyecto que va un poco más allá de la auditoría informática, pero es entretenidillo. Creo que hasta el momento es lo más parecido a una auditoría en lo que he participado, sobre todo por las reuniones con el personal de la empresa auditada.


Fundación y Tierra, de Isaac Asimov

Vasil Deniador:
- ¡Ah! Otra parte..., un mundo muy curioso. Hay una gran cantidad de seres humanos oriunda de él.

Este libro tiene también una historia curiosa. Creo recordar que mi madre se encontró 3 ó 4 libros en la calle (si no es así, ya me lo corregirá ella), y como estaban en perfecto estado, se los subió a casa. Ahí se quedaron, olvidados como otros tantos. Pero yo, que soy de lo más tontico (porque las cosas me tienen que empezar a gustar por los ojos), vi esa portada azul con unas estrellas y unos planetas, y lo cogí para leerlo.


Pues, en mi humilde opinión, es un grandísimo libro. Eso sí, es un libro distinto. Basado sobre todo en los pensamientos y desvaríos mentales del protagonista, y discusiones con otro de los protagonistas. No tiene tanta acción como me esperaba.

Pero sin embargo, contiene muchas lecciones encubiertas sobre el comportamiento de los seres humanos, y durante la mayor parte del libro cada lector puede ponerse de una parte o de otra de la discusión indistintamente sin que el autor te predisponga con comportamientos tachables que ensucien unas ideas y no otras.

Esto me ha quedado quizá demasiado rimbombante, así que me explico con un ejemplito: todos, y sobre todo alguien que yo me sé, tendemos a repetir unas palabras que no nos han gustado de otra persona con unas muecas y un tono de voz que descalificarían cualquier frase, aunque fuera lógica. Pues lo mismo pasa en algunas historias en las que para descalificar una idea que podría ser válida, representan al personaje casi como un asesino. En este caso eso no ocurre, así que supongo que cada persona se identificará con una opinión dentro del libro.

Lo único, es que he empezado por el que creo que es el 5º libro de un conjunto de ellos, por lo que quizá no ha sido el orden más adecuado. Pero bueno, leyendo por internet indicaban que había varios posibles órdenes de lectura, ya que Asimov no escribió los libros siguiendo la cronología de la historia, sino que ha hecho más o menos lo que ha querido.

Ayer fui a comprar los tres libros que componen La Trilogía de la Fundación, así que lunes empezaré con ellos.

Escribir entradas vía correo electrónico

Ayer descubrí esta funcionalidad. Consiste en escribir un correo electrónico, y enviarla a una dirección que se puede configurar en el blog. Este correo se convertirá en una entrada del blog, cuyo título será el asunto que se indique al enviarlo.

Para ello lo único que hay que hacer es indicar una palabra que se incrustará en la dirección a la que hay que enviar los correos, accediendo a Configuración>Correo electrónico y móvil>Dirección para la creación de entradas por correo electrónico.

Es bastante cómodo cuando uno tiene un cliente de correo en el móvil, o cuando tienes limitado el acceso en un equipo al correo electrónico únicamente. Además, la gente no sabrá mientras que lo escribes que estás escribiendo en un blog, sino solo que estás mandando un correo, por lo que se puede hacer en cualquier lugar.

Ahora mismo estoy probándolo desde hotmail, para ver si funciona también desde cuentas ajenas a Google. Si realmente funciona desde cualquier cuenta, sería una maravilla, pero quizá tendrá un problema con el spam...

Pequeños detalles (I)

Hay momentos en la vida en los que uno se desespera por cosas muy nimias. Pero como se suele decir que son los pequeños detalles los que le hacen a uno feliz, supongo que también será al revés. He tenido esa sensación esta mañana al entrar en el metro, y todo porque no tenía batería suficiente ni para dos minutos.

Lo mismo me pasa cuando hago una cosa y a mitad de ello me doy cuenta de que lo estoy haciendo mal. Ni siquiera es necesario que esté todo mal, pero el mero hecho de repetir lo mismo hace que pierda la gracia.

Perder el metro, aunque tarde solo 3 minutos en llegar el siguiente puede ser muy frustrante también, sobre todo si has corrido para que se te cierre la puerta en las narices.

Y otra cosa que hace que me suba por las paredes es una página cargándose muy lentamente. Si no se carga, me molesta menos, porque lo dejo y ya está. Pero cuando uno pincha en un enlace y tarda 2 minutos en abrirse, no puede parar de seguir para averiguar si ya se ha recuperado una conexión aceptable o no.

¡Ah! Me olvidaba de lo peor de todo. Volver a casa y que no esté el ascensor abajo me fastidia sobremanera. Y cuando veo que se está cerrando ya es lo máximo jej.

Dispersión

Estoy disperso. No puedo dedicar el 100% de mi tiempo a algo en particular. Ahora mismo estoy escribiendo en el blog, a la vez que escucho música, hablo con amigos, leo el periódico, reviso el correo, echo una partida de póker, recojo la ropa y planifico más tareas que poner en la pila.

Ni me gusta ni me deja de gustar, pero mientras hago una, me apetece hacer la otra, así que cambio. Añado a la pila de tareas revisar las transparencias del máster y leer el libro con el que estoy ahora: Fundación y Tierra, de Isaac Asimov. Pronto hablaré de él.

Voy a intentar (empezando con los propósitos de año nuevo que pondré al día en las próximas semanas), fijar hitos para poder medir cada tarea, ya que algunas de ellas son recurrentes y no tienen un final concreto, lo que hace que sea difícil sacarlas de la pila.

Rebajas

Es el primer año que voy a las rebajas el primer día. Y además, he "madrugado" para intentar que no hubiera mucha gente. A las 10 y media ya estábamos allí, pero eso parecía la jungla. ¿De verdad la gente está en crisis?

Total, que al final por la mañana me he vuelto sin nada, aunque por la tarde me he comprado en ECI un par de camisitas para el curro.