Viaje a Niza (II)

Continuo la aventura que empecé el jueves.

Viernes 14 de mayo de 2010

Esta es la fecha fijada para la entrevista. La hora, las 15:30, aunque debía estar en la empresa a la cual iba a representar a las 14:15.

Me levanté pronto, porque tampoco podía dormir muy bien debido a una mezcla entre los nervios, la cama, y mi cabeza. Sobre las 8:30 ya estaba despierto, tomé algo en la habitación mientras veía el canal 24h de TVE, en el que emitían cada 20 minutos el resumen de la celebración del Atleti, lo que hacía que me derrumbara poquito a poquito.

Me preparé, me vestí de sport y estuve estudiando un poquito para la entrevista. Sobre las 11:15 me empecé a disfrazar de ingeniero, ya que a las 12 tenía que dejar la habitación. Al final me fui a las 11:45, para no andar forzando. Pagué con tarjeta y salí. Ahí estaba yo, en una carretera en medio del bosque, vestido con el traje, y con la maleta en la mano. Empecé a andar siguiendo las indicaciones que llevaba preparadas desde casa. Iba andando por el arcén, sudando como un pollo, hasta que me di cuenta que al otro lado había una acera (pero estaba camuflada por unos arbustos). Decidí dejar de hacer el monguis y crucé para continuar mi camino.

Hasta que surgió el primer problema gordo... Tenía que ir por una "calle" que resultó ser una carretera sin arcén. Me la jugué e intenté callejear fijándome el objetivo de "ir al norte", y al parecer acerté.

A medida que me iba acercando iba viendo edificios conocidos, ya que los había visto en google maps. Me agradó que hubiera justo al lado de la empresa un centro médico con farmacia, óptica, zona para análisis, y me pareció ver hasta un loquero... Nunca se sabe cuándo pueden ser necesarios.


Pues, bien, eran las 12:45 y me quedaban una hora y media para hacer lo que me viniera en gana. Así que decidí dar una vuelta por ahí para comer. Fui a una plaza donde había algunas terrazas, y me senté en un banco. Justo enfrente, se sentó un niño con la camiseta del Olympique de Marsella. Me acordé de lo simpáticos que eran sus paisanos...

Después me fui a la parada del autobús a comer un poco, y me encontré con un tipo de traje, que curiosamente me saludó. Después conocería que este hombre era mi contacto en la consultora (supongo que me saludó porque se preguntaría... ¿quién puede tener tal pinta de novato con ese traje?).

Llegó la hora, y fui al edificio con el techo azul (así se me indicó). Llamé y no me contestaban, así que decidí esperar fuera. Hasta que tuve que volver a llamar y al final entré. Pregunté a una señorita muy simpática por mi contacto, y me dijo que esperara. Al ver que no salía, me empezaron a entrar los nervios. No por la espera, sino porque cada vez que salía uno me preguntaba algo. Y tras mi frase "Je ne parle pas français" me intentaban hablar en inglés, y cuando seguía sin entenderles ya solo tenía la respuesta facial de contrariedad...

Al final llegó el tipo, y me dijo que esperara unos minutos. Después estuvimos hablando en un despacho sobre cómo iba a ir la entrevista, me dijo que tuviera confianza, y por supuesto salió el tema de que era del Atleti. No sé por qué, pero soy así...

Volví a esperar un rato, y cuando faltaban 15 minutos fuimos rumbo a la empresa para la que podría trabajar a hacer la entrevista. Me hicieron una tarjeta de identificación, y fuimos a hablar con la entrevistadora.

La situación, mi "representante" a un lado, y la señora al otro. Se ve que no está muy segura de sí misma en estas situaciones, lo que me tranquiliza y me hace tomar el mando de la situación. Estoy bastante seguro de casi todas las preguntas, excepto las que no sé (las que no tenían relación con Java), cosa que directamente reconozco. Debió durar unos 15-20 minutos, o al menos a mí se me hizo muy corta. Como buen lector de trucos de entrevistas, hago mis dos preguntitas de rigor. Cuando veo que con la última ya me he medio-columpiado un poco (no se me ocurrió otra cosa que preguntar cuánto dura el ciclo de resolución de problemas, a lo que me respondió que pocos días, o incluso horas; ahí pensé "ups, la has liado con esa pregunta").

Nos despedimos de ella y le pregunté qué tal a mi "representante". Me dijo que en Java fenómeno, y que el resto debía mejorarlo un poco. Pero que la impresión había sido buena. Volvemos, me indica la parada del autobús, y nos despedimos.

Cojo el autobús a las 16:20 más o menos. Cuando subo, ya me doy cuenta de que no hay ningún luminoso en el que se muestre el nombre de las paradas, con lo que me empiezo a poner nervioso.

Cuando veo que pasamos la autopista y que llegamos a Niza, intento preguntar a alguien cuál es la parada del aeropuerto. Hablo con la chica de delante, que aunque creo que más o menos llega a entenderme, no me contesta claramente. Además, parece que unas señoras del otro lado me escuchan e intentan indicarme cosas, pero en francés. Les respondo con un asentimiento como si las hubiera entendido, y le pido por favor a la chica de delante que me avise cuando sea la parada adecuada.

Al final a las 16:50, paramos justo en la puerta del aeropuerto, y además el conductor avisa con un "L'aeroport!". Recojo mis cosas, me bajo con un "Au revoir" al conductor, y me dispongo a entrar en el aeropuerto. Pero... según me acerco a la puerta mi cerebro se activa: "Te has dejado la bolsita azul". Me palpo y lo confirmo. Giro la cabeza y el autobús ya no está ahí. Corro un poco arrastrando la maleta carrito, y veo que el autobús se va, y que va a entrar en la autopista. No puedo correr y dejar mi maleta ahí, así que entro en la estación de autobuses y le explico a la misma chica del día anterior lo que me ha pasado.

A partir de ahí, empieza a cambiar mi opinión sobre ella. Intenta llamar a los autobuses pero no le contestan, a las otras estaciones... Pero nada. Salgo cada 40 minutos a preguntar a los distintos conductores si han encontrado la bolsa, pero nada.

En la bolsa llevaba prácticamente todo. Cámara de fotos, iPod, dinero, tarjetas, y lo más importante, mi carnet de conducir y mi DNI. Me empieza a correr un sudor frío por el cuerpo, y no sé qué hacer.

Lo primero que hago en uno de esos descansos de 40 minutos entre autobús y autobús de la línea 230 es hablar con información para saber si me van a dejar volar sin identificación. Me dice que no, pero que vaya a denunciarlo a la comisaría. Pero antes tengo que hacer otra cosa, hablar con mis papas. Sé que es una niñería, pero no sé que haría sin ellos en esa situación. Además, también sé que les hago que se pongan más nerviosos de lo que estoy yo, pero realmente uno se relaja al compartir la carga.

En el siguiente descanso voy a denunciarlo, y voy con mi fotocopia del DNI, que aunque no me iba a ser útil, llevé gracias a la insistencia de mi madre, y pese a mis quejas. En el siguiente descanso fui a preguntar a las oficinas de las aerolíneas si iba a poder volar. Aunque mi compañía estaba cerrada y no abría hasta las 5:30 de la mañana, pregunté a un chino que había al lado. Me mandó a su supervisora, que estaba enfrente, y ella me dijo que en principio no debería haber problema, ya que volvía a mi país, y era un billete de vuelta. Me dijo en español que "ellos no tenían la potestad para retenerme en un país".

Siguieron llegando autobuses, pero no había noticias positivas ni ahí ni en la estación, hasta que se acabaron. Le agradecí su interés a la señorita, y me dispuse a pasar la noche en el aeropuerto. Aunque me habían dicho que no debería haber problema, ese "debería" me hizo no pegar ojo. Además, ahí solo estábamos un par de yonkis y yo. Echaron a los yonkis, y yo me quedé con mi traje puesto (creo que por eso no me echaron) e intentando sobar sentado y con el cuello medio roto. Mi cabeza no hacía más que pensar en qué pasaría si no me dejaban volar. Por un lado, sabía que no iba a ser el fin del mundo, pero por otro, sabía que era viernes, y que hasta el lunes no abrirían el consulado. Además, no me quedaba mucho dinero, y me volvería loco si tenía que estar tres días haciendo el parias por ahí.

Pero ya se había acabado el viernes...

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