Continúo la historia del jueves y el viernes.
Sábado 15 de mayo de 2010
Después de muchas vueltas por el aeropuerto, tanto mías como de los que limpian y pulen el suelo, llegaron las 5:30 y fui a sacar mi tarjeta de embarque. Por suerte, la azafata que estaba allí había estado al lado de la supervisora a la que pregunté, por lo que no tuve que volver a explicar toda la situación de nuevo. En cuanto empecé me dijo que se acordaba de mí, y al final me dieron la tarjeta de embarque, recalcando que no saliera del aeropuerto en Zurich.
Ya estaba algo más tranquilo, y tras la escala, volví a Madrid finalmente. Allí estaban mis papás esperándome, fui a denunciarlo otra vez, en este caso en la comisaría de Barajas, y me fui para casa. Por cierto, me encantó la frase de la denuncia "un señor que, sin identificarse, dice llamarse Félix ...".
Eso es todo, esa tarde lo único que hice fue ir al Calderón a ver el trofeo de la UEFA Europa League en el partido, y después caer rendido por la noche en la cama.
Así que nada más, una experiencia más en mi vida.
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